El espacio se mete de lleno en nuestras aulas.
A lo largo del curso pasado nuestro centro abordó un proyecto pionero en el que nuestros estudiantes resolvieron, usando diversas técnicas de investigación, una serie de retos que incorporaban contenidos avanzados (para su curso) de matemáticas, física, geografía, astronomía y tecnología. Además, tuvieron que coordinarse con estudiantes británicos para lograr reproducir el experimento de Eratóstenes de Cirene, quien logró medir el radio terrestre con una sorprendente exactitud a partir del estudio geométrico de la sombra arrojada por sendos testigos hincados en la tierra separados una distancia conocida. Puedes ver aquí el alcance del proyecto.
En este curso, nuestros estudiantes se van a enfrentar a un reto apasionante: se convertirán en investigadores aeroespaciales en un proyecto STEAM desarrollado con ESERO Spain y la ESA. Acercar las materias de componente científico a las chicas es uno de los objetivos que nos hemos venido marcando transversalemente y por eso suscribimos el hashtag #ellasinspiransteam.
La carrera espacial, que comenzó a mediados del siglo pasado, supuso una contienda tecnológica entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Ambas superpotencias ansiaban tener un papel preponderante en el conocimiento del espacio exterior a partir de colocar en órbita satélites artificiales y enviar naves tripuladas al espacio y, como colofón, poner los pies en la Luna.
El duelo tecnológico entre ambos gigantes permitió avanzar en campos como la astronomía, las telecomunicaciones, la física, las matemáticas, la computación, los materiales, la astrobiología… Todo estaba relacionado y todo se hacía para conseguir un único fin: ser quienes lideraran el espacio. Afortunadamente, por el camino, quedaron muchas ramas de investigación, muchos procedimientos y muchas patentes que han podido aplicarse a nuestra vida cotidiana. El teléfono móvil, el GPS, el teflón, los tanques de aire a presión que usan los bomberos en operaciones de rescate, las células solares o herramientas inalámbricas (como la taladradora de Armstrong) son solo una muestra de lo que se desprendió de aquel período desbordante de investigación, creatividad y evolución tecnológica.
Todavía sin ser conscientes de ello, nuestros investigadores han comenzado a organizarse en grupos de trabajo virtuales para abordar pequeñas tareas iniciales que les irán abriendo las puertas a los futuros retos que abordarán de aquí a final de curso en diferentes materias. No existe mejor forma de aprender que encontrar un hilo conductor que introduzca los contenidos de forma gradual eliminando fronteras entre disciplinas y ligando el aprendizaje a un centro de interés que los propios jóvenes vayan construyendo.
Nuestros equipos tendrán la oportunidad de diseñar una estación espacial orbital, una base lunar, un Rover lunar, un cuerpo de cohete y hasta el edificio de la primera biblioteca lunar para nuestros instruidos astronautas (un trabajo que estará directamente relacionado con un potente proyecto de movimiento maker vinculado a la biblioteca escolar llamado Bibliomakers que también se desarrollará este año).
Ahora mismo, en tecnología, están aprendiendo las técnicas CAD que les permitirán, no solo diseñar cada elemento sino convertirlo en piezas reales haciendo uso de la impresión 3D. Como es natural, los futuros moradores de nuestro campamento lunar tendrán que hacer una vida medianamente normal y saludable por lo que, desde la materia de educación física, se abordará la necesidad de crear entrenamientos físicos adaptados a la ingravidez y establecer una dieta equilibrada con los alimentos habituales con que se cuenta, por ejemplo, en la Estación Espacial Internacional (ISS).
Desde el espacio, nuestros astronautas tendrán una visión inmejorable del globo por lo que, usando ortofotos e imágenes desde satélite, desde la materia de biología-geología localizarán y describirán distintos tipos de formaciones rocosas y agentes geológicos en la provincia de Almería e investigarán en busca de evidencias de actividad humana que pueda afectar al clima y la meteorología y, por ende, a las especies animales y vegetales.
Como no puede ser de otra manera, las matemáticas estarán presentes en todo momento ofreciendo herramientas para el análisis de los datos recopilados de las distintas experiencias, reforzando los conocimientos de geometría, aportando estrategias para la toma de decisiones y dotando de músculo a las distintas actividades de diseño asistido por ordenador (CAD).
Escoger los materiales adecuados para los diferentes usos de nuestras naves y bloques del campamento lunar supone todo un reto que será tratado desde una perspectiva de aula invertida (flipped classroom) en la que los grupos trabajarán en un espacio virtual experimentando las bondades de los distintos materiales a partir de experimentos que nos ofrecen ESERO SPAIN, la Oficina Europea de Recursos para la Educación Espacial en España, en colaboración con la ESA, la Agencia Espacial Europea. Parte de estos materiales serán simulados en un entorno de laboratorio virtual donde los estudiantes podrán «construir» las moléculas componentes en el bloque de química.
Talleres de análisis de materiales realizado en Tecnología en marzo 2022
En historia, los investigadores harán sus trabajos detectivescos analizando diversos aspectos de su generación (política, medioambiente, salud, renta, música, educación, demografía, recursos…) para crear una cápsula del tiempo virtual que pueda servir a nuestros descendientes para conocer cómo vivíamos ¿100 años atrás?
Desde el departamento de inglés se crearán talleres de podcasting y entrevistas P2P en las que los estudiantes expondrán los resultados de sus investigaciones, presentaciones dinámicas que expondremos en plataformas sociales y artículos periodísticos en colaboración con el departamento de lengua para una primera edición del periódico lunar del IES Carlos III.
En mayo de 2022 se realizó la profesora Saray García realizó la sesión de podcasting de la que se han extraído tres muestras.
Junto al departamento de educación plástica visual y audiovisual, se crearán viñetas de comic que ilustrarán las distintas fases de nuestros proyectos en redes sociales y motivos de decoración para nuestros futuros módulos lunares. Por supuesto, serán los encargados de crear la imagen corporativa de nuestro proyecto y se creará una insignia impresa en 3D que conmemore la superación de este titánico reto.
Logo realizado por Diego Ortiz y su alumnado de EPVA en febrero 2022.
Síguenos para enterarte de cómo avanza este proyecto del IES Carlos III de Aguadulce en colaboración con ESERO y la ESA.
El espacio os necesita.
Actualización de post en mayo 2022: aquí podéis escuchar la entrevista que Onda Cero nos realizó en el programa Más de Uno Roquetas.
Coordinador de proyecto: Javier Luque.
Post: Javier Luque.
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