SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARÍS.

Cómo convertir un viaje de fin de curso en una aventura inolvidable.

4º de la ESO  es un curso plagado de emociones. Las ganas por conseguir el ansiado título se mezclan con los estados de ánimo variables propios de la edad. Pero, entre ecuaciones y estadística, comentarios de texto, writing, prácticas de Biología, formulación, traducciones de Julio César o prácticas en el taller de Tecnología, hay un acontecimiento que ilusiona o incluso condiciona a los alumnos y alumnas promoción tras promoción: el viaje de estudios.

Como ya es tradición en el IES Carlos III, el alumnado del último curso realiza una salida extraescolar con destino París organizada por nuestro compañero Joaquín Delgado (Departamento de Francés) acompañado de Antonio Jesús Rodríguez (Departamento de Geografía e Historia).

Desde los primeros años, el alumnado va comprendiendo que el viaje a París no es sólo la oportunidad de admirar obras de arte en el Louvre, disfrutar de las vistas desde lo alto de la Torre Eiffel o pasear por los Campos Elíseos. Supone, además, la oportunidad de compartir tiempo fuera de casa con aquellas amistades que llevan años cultivando y sentir, aunque sólo sea por unos días, la tan anhelada independencia del hogar.

Este año le tocaba el turno a nuestro alumnado de la promoción 2020-2024. Pero no estarían solos. Acompañándolos en esta aventura nos unimos, por primera vez y con mucha ilusión, Rocío Rivera (Departamento de Biología y Geología), Ismael Navarro (Departamento de Educación Física) y yo misma, Pilar Félix (Departamento de Geografía e Historia).

Desde el inicio, el entusiasmo por el éxito de este viaje, combinado con el excelente comportamiento de nuestros estudiantes, hizo que esta aventura estuviera repleta de anécdotas y momentos memorables. Gracias a nuestra compañera Rocío, estos recuerdos perdurarán para siempre. Su diario de viaje no solo nos hizo reír a nosotros, que estábamos presentes, sino que también acompañó a las familias que confiaron en nosotros para cuidar a sus hijos e hijas.

El tiempo, además, fue un maravilloso regalo que, salvo una pequeña excepción, nos permitió disfrutar de las calles de la conocida como la ciudad del Amor. ¡Y vaya si nos regaló amor…!

Pasear por la orilla del Sena, practicar nuestro francés buscando «Le place de la Concorde», bailar por las calles con música callejera, suspirar con Paris, la noite desde el Barrio de los Pintores, disfrutar de la maravillosa gastronomía local en nuestro «Flunchy», llorar a escondidas por no poder entrar en el Louvre y andar. Andar, andar y andar hasta la extenuación o hasta la contractura. Y reír con fuerza, reír con ganas, reír.

Un viaje, sea de la naturaleza que sea, siempre tiene un carácter transformador. Nosotros, los que fuimos, no hemos vuelto los mismos. En nuestra alma guardamos ya todas aquellas imágenes, momentos, sensaciones, risas, lágrimas, abrazos y miradas cómplices. Emociones vividas que sin duda conservaremos, como ya os dije, como un tesoro.

Esperamos que hayáis disfrutado de esta experiencia tanto como el profesorado que os ha acompañado. Eso, sin duda, será nuestra mejor recompensa. 

Créditos:

Imágenes: IES Carlos III

Post: Mª Pilar Félix Fuentes

Un comentario

  1. Pingback: Inteligencia Artificial en la Educación. - IES Carlos III

No se admiten más comentarios